Historia de la Aritmética
Este
ingenioso sistema de numeración, que hace la base de nuestra
aritmética, ha sido familiar á los Arabes mucho tiempo antes de haber
penetrado á nuestro suelo. Pero parece que el honor de su invención se
debe a los Indianos, de quienes dice Alsephadi, autor árabe, que se
gloriaban de la invención del modo de calcular y del juego del ajedrez
lo que confirma Abei-Ragel, autor también árabe del siglo XIII.
En esto
mismo estriba la opinión de los que atribuyen a’ los Indianos el origen
de, la aritmética, contra Platon y Aristágoras que le ponen en Egipto, y
contra Estrabon, Porfirio y Procio que hacen este honor a los Fenicios,
los primeros y mayores comerciantes del Universo. Sea de esto lo que
se quiera, lo cierto es, que hasta Pitágoras,, que nació en el año 589
antes de Jesucristo, no se halla el menor indicio de que la aritmética
se hubiese cultivado.
Con efecto, este filósofo célebre de vuelta de
Egipto, á donde había ido á instruirse, y huyendo de Samos su patria que
encontró tiranizada, fundó en Italia la Escuela llamada Itálica, en que
enseñó toda clase de conocimientos sin excluir la aritmética que, entre
varias virtudes misteriosas que se dice atribuyó a los números y sus
combinaciones, enriqueció con la tabla de multiplicación llamada
pitagórica y muchas otras de sus primeras verdades.
A
sus discípulos debió la aritmética muchos progresos ; pues en tiempo de
Platón y Euclides, tres siglos antes de la Era cristiana se conocían ya
además de las primeras malas, la extracción de las raíces cuadrada y
cúbica, y aun las proporciones. Aristóteles en diferentes pasajes de sus
obras hace frecuentes alusiones y llamadas á las doctrinas aritméticas,
que dan á entender que eran bastantes conocidas y comunes entre los
Griegos sus lectores.
Hasta
113 años antes de Jesucristo, en que floreció Arquímedes, no se conoce
invención particular en la aritmética : pero este filósofo cultivó y
acaso inventó la utilísima teoría de las progresiones, demostrando en su
Psammite o de número arenae, entre otras cosas, que el termino
quingentésimo de una progresión décupla de granos de arena, llenaría el
hueco entonces conocido entre las estrellas fijas y la tierra.
No hay comentarios:
Publicar un comentario