IDEA DE HOMBRE
PLOTINO adopta el criterio expuesto en el Fedón. El alma del hombre es una
esencia, y como tal es inmortal, pero afirma que tiende a fundirse con el nous y por consiguiente pierde su
personalidad.
La doctrina central de Plotino es su teoría de la existencia de tres
hipóstasis o realidades primordiales: el Uno,
el nous y el alma.
En realidad, el principio básico es siempre el Uno, mientras que las otras dos
hipóstasis y el resto de realidades son derivadas.
El Uno de la teoría
de Plotino es indescriptible, ya que es la unidad, lo más grande, hasta tal
punto que a veces le denomina el propio autor como Dios, único, infinito.
Plotino antes de querer corregir, prefiere guardar silencio que decir algo. Una
actitud claramente mística. Como principio y última realidad, esta absoluta
trascendencia hace que no existan términos para referirla. Se trata entonces de
la Unidad que funda la existencia de todas las cosas. Es ése el centro de toda
su doctrina. El Uno está más allá del Ser y, por lo tanto, no hay ninguna
definición que describa positivamente al Uno y opta por la vía negativa. Elude
su comprensión porque la considera imposible según la modalidad humana de
conocer.
La
siguiente realidad o hipóstasis es el nous. No hay una traducción
adecuada pero algunos autores lo identifican con espíritu, mientras que otros
prefieren hablar de Inteligencia, mas esta vez no con un sentido místico sino
intelectual. La explicación del "nous" por Plotino parte de la
semejanza entre el Sol y
la Luz. El Uno sería como el Sol y la Luz como el nous. La función
del nous como luz es la de que el Uno pueda verse a sí mismo, pero como es
imagen del Uno, es la puerta por la que nosotros podemos ver al Uno. Plotino
afirma que el nous es observable simplemente aplicando nuestras mentes en
dirección opuesta a nuestros sentidos.
Este
concepto está tomado de la noción de dialectica de la republica donde
un proceso similar se dice que conduce a la visión de la forma del Bien, no del Bien mismo.
El
"nous" se puede, y muy probablemente se debe, entender como "la
inteligencia pura". El "nous" procede de "lo uno" no a
voluntad porque "lo uno" es tan "más que perfecto" que no
puede tener voluntad, está mucho más allá; y todo lo que procede de "lo
uno" es un especie de "escurrirse", de
"desparramarse", en el acto de hacerse a sí mismo que es "lo
uno"; por tanto la analogía del sol y la luz deben entenderse como una
mera imagen para dar una idea de cómo "emana la luz" del sol; resulta
más ilustrativo pensar "el despliegue de un círculo a partir de su
centro".
La tercera
realidad o hipóstasis es el alma la cual es de naturaleza doble. En un
extremo está ligada al nous y tira de él. En el otro extremo se asocia con el
mundo de los sentidos, del cual es creadora (o, mejor, plasmadora). Por tanto
Plotino considera a la Naturaleza como el resultado de una procesión que va
"hacia abajo" desde el alma.
AVICENA
conrespecto al hombre, avicena dira que es un compuesto de cuerpo y alma, siendo el cuerpo la parte material del hombre en contraposicion a la dimension espiritual que es el alma. El alma es u ser espiritual independientemente del cuerpo, es inmortal, es forma y perfeccion del cuerpo, es auqella fuerza quew anima al cuerpo, y esta dotada de las potencias vegetativa, sensitiva e intelectual de las que hablaba Aristoteles.
AVERROES
Para Averroes hay
tres tipos de hombres:
- Filósofos, hombres de demostración, que buscan
pruebas rigurosas.
- Dialécticos, que se conforman con argumentos
probables.
- Retóricos, que sólo entienden la predicación que
apela a la imaginación y las pasiones.
Averroes no aceptaba que la Creación
hubiera tenido lugar en el tiempo y afirmaba la eternidad del mundo, sin
principio temporal.
SANTO TOMAS DE AQUINO
Para
finalizar, el concepto de hombre en el medievo era:
Superación de la contingencia con la idea de creación y providencias divinas,
existe por lo tanto una idea de providencia divina. Dios confiere la existencia al
mundo, había una trascendencia de Dios y finalismo universal. En esta época la fe
exige y es capaz de fundar el realismo gnoseológico.
En
comparación, en la antigüedad la idea de hombre era la
de un dualismo de materia - espíritu, cuerpo - alma. La materia - cuerpo como
principio de negatividad o fuente del mal e independencia el alma frente al
cuerpo (éste es la cárcel o prisión del alma).
Esta proposición no es evidente para la mente humana,
pues esta obtiene los conceptos a partir de la abstracción de los datos de la
sensación, y como el hombre, como norma general no a
sido sensible de Dios, no conoce este término, como debiera para que fuera
evidente esta afirmación.
En la
época medieval, en la cual vivió Sto. Tomás, al hombre se conoce como ser libre
y llamado por una libertad absoluta. Por otro lado, tenemos que decir que Dios tiene la libertad para crear
o no crear.
Conciencia: Lo que
hace con que cada hombre, cada individuo haga el bien. Es el reflejo de la ley
divina en la cual se impone “haz el bien y evita el mal”. Ésta se concretiza en
cada hombre a través de la conciencia
moral.
SAN
AGUSTIN.
La concepción dual de la realidad se deja sentir también en
la concepción agustiniana del hombre. Éste es un ser compuesto
de dos substancias radicalmente distintas: el alma y el cuerpo, siendo el hombre propiamente su alma, entendida cristianamente como imago Dei, imagen de
Dios.
Al estar estrechamente unida al cuerpo, el hombre, como alma, se halla en una condición oscilante y ambigua entre la luz (Dios, el bien) y la oscuridad (el mal, el pecado). Pero Agustín no responsabiliza a Dios del mal que hay en el mundo. El mal no es ser, no es creación, sino defecto o ausencia de ser y de bien: todo lo creado es bueno por su origen, pero malo y defectuoso por naturaleza.
El problema del hombre.
S. Agustín recoge la tradición de Platón. El alma es una sustancia completa unida accidentalmente al cuerpo. Rechaza S. Agustín la teoría hile mórfica aplicada al hombre. La concepción de S. Agustín es dualista.
Sobre el origen del alma el pensamiento de S. Agustín pasa por dos etapas. En la primera defiende el traduccionismo, es decir, el alma se transmite directamente de padres a hijos en el momento de la generación. S. Agustín piensa así con el fin de defender un dogma cristiano:. el carácter universal del pecado original.
En una segunda etapa opta por el creacionismo, es decir, el alma espiritual del hombre está creada directamente por Dios, pero no define el momento de dicha creación.
La estructura del alma manifiesta la "imagen y semejanza" de Dios al crearla. La misma naturaleza del hombre hace posible encontrar a Dios en su interior. La estructura del alma es la siguiente: Formando una unidad indisoluble el hombre posee tres facultades, memoria, entendimiento y voluntad, que para S. Agustín se corresponden con la Trinidad de Dios: Padre, Hijo y Espíritu Santo
Al estar estrechamente unida al cuerpo, el hombre, como alma, se halla en una condición oscilante y ambigua entre la luz (Dios, el bien) y la oscuridad (el mal, el pecado). Pero Agustín no responsabiliza a Dios del mal que hay en el mundo. El mal no es ser, no es creación, sino defecto o ausencia de ser y de bien: todo lo creado es bueno por su origen, pero malo y defectuoso por naturaleza.
El problema del hombre.
S. Agustín recoge la tradición de Platón. El alma es una sustancia completa unida accidentalmente al cuerpo. Rechaza S. Agustín la teoría hile mórfica aplicada al hombre. La concepción de S. Agustín es dualista.
Sobre el origen del alma el pensamiento de S. Agustín pasa por dos etapas. En la primera defiende el traduccionismo, es decir, el alma se transmite directamente de padres a hijos en el momento de la generación. S. Agustín piensa así con el fin de defender un dogma cristiano:. el carácter universal del pecado original.
En una segunda etapa opta por el creacionismo, es decir, el alma espiritual del hombre está creada directamente por Dios, pero no define el momento de dicha creación.
La estructura del alma manifiesta la "imagen y semejanza" de Dios al crearla. La misma naturaleza del hombre hace posible encontrar a Dios en su interior. La estructura del alma es la siguiente: Formando una unidad indisoluble el hombre posee tres facultades, memoria, entendimiento y voluntad, que para S. Agustín se corresponden con la Trinidad de Dios: Padre, Hijo y Espíritu Santo
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