La arroba (@) es el símbolo que se utilizaba para representar la unidad de masa llamada arroba. Una arroba equivalía a la cuarta parte de un quintal, es decir, 30 libras en Castilla, 32 en Cataluña y 36 en Aragón (11,502, 10,4 y 12,5 kg respectivamente). El término proviene del árabe الربع (ar-rubʿ), con el significado de 'el cuarto, la cuarta parte'.
En la actualidad es muy conocido por los usuarios de informática pues aparece en las direcciones de correo electrónico y otros servicios en línea que utilizan el formato usuario@servidor o @usuario para el caso de Twitter, Instagram, etc. Esta relación se deriva del hecho de que, en inglés, el símbolo @ se lee at ('a' o 'en') y por tanto indica que el usuario está hospedado 'en' el servidor, en vez de ser local. En ese idioma ya se utilizaba como reemplazo de la preposición at en construcciones como: «100 psi @ 2000 rpm», 100 libras por pulgada cuadrada «a» 2000 revoluciones por minuto.
En construcción se utiliza en la interpretación de planos, con el significado «a cada» para expresar cantidades: p. ej.: «5 varillas @ 0.20 m», 5 varillas«cada» 20 centímetros).
Origen
Taula de Ariza, uno de los documentos mas antiguos en que aparece el simbolo @. |
El periódico británico The Guardian publicó que unos investigadores italianos habían encontrado la primera representación escrita de este símbolo. Apareció en una carta enviada por un mercader italiano en el año 1536, desde Sevilla a Roma; en la carta se describe la llegada de tres barcos cargados con tesoros provenientes de América: «Así una @ de vino, que es 1/13 de un barril, vale 70 u 80 ducados...». Sin embargo, investigaciones del historiador español Jorge Romance encontraron el símbolo de la arroba en la taula de Ariza de 1448, en una entrada de trigo en el Reino de Aragón desde Castilla. Su origen está en una ligadura, primero caligráfica y luego tipográfica, que representaba en la tradición paleográfica anglosajona a la preposición latina ad o, según otras fuentes, la conjunción at; en las diversas variedades de la escritura gótica cursiva castellana, y especialmente en la llamada escritura procesal representa al dígrafo an. Dentro del código ASCII, se representa con el número 64.
Usos
Informática
En 1971 Ray Tomlinson buscaba un símbolo para separar el nombre de la persona del lugar donde estaba. Algunas máquinas de escribir, desarrolladas a partir de 1884, incluían este signo (como la Lambert fabricada en 1902) debido a su uso comercial, y el teclado de una Model-33 Teletype (un modelo de teletipo) contenía una arroba, que fue el signo utilizado por Tomlinson, quien envió el primer mensaje con ella desde su computadora PDP-10 a otra. Ésta fue la primera dirección electrónica de la historia tal como las conocemos ahora:
tomlinson@bbn-tenexa
Indicación de ambos géneros
En los últimos años, debido al auge del uso de un lenguaje no sexista, se está extendiendo la costumbre —innecesaria según la Real Academia Española — de hacer explícita la alusión a ambos sexos cuando se utilizan sustantivos o adjetivos animados:
Los alumnos y las alumnas de esta clase ganaron el concurso de belleza.
Con el objetivo de economizar dicho lenguaje, ha comenzado a extenderse el uso del símbolo de la arroba (@) como recurso gráfico para integrar en una sola palabra las formas masculina y femenina del sustantivo, ya que este signo incluiría en su trazo las vocales a y o:
L@s alumn@s de esta clase ganaron el concurso de belleza.
El empleo de la arroba para integrar en una sola palabra las formas masculina y femenina del sustantivo es muy frecuente en partidos políticos, movimientos asociativos, prensa joven, e incluso ha sido empleado en algunas campañas institucionales. Su extensión por parte de los partidos políticos está implicado también por querer tomar un aire de modernidad y de progreso.
La Real Academia no admite estas opciones por varios motivos:
- En los sustantivos que designan seres animados, el masculino gramatical no se emplea sólo para referirse a los individuos de sexo masculino, sino también para designar a todos los individuos de la especie, sin distinción de sexo. Tal uso del género gramatical masculino no denota intención discriminatoria alguna, sino la aplicación de la ley lingüística de la economía expresiva.
- Sólo se precisa del uso de los dos géneros cuando la oposición de sexos es un factor relevante en el contexto:
La proporción de alumnos y alumnas en las universidades se ha invertido en los últimos años.
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