Un hombre mayor, que tenía ya olvidadas sus matemáticas, quiso solicitar un empleo para jardinero del ayuntamiento de su localidad. La hoja del examen era similar a la siguiente:
9 x 1 = 9
9 x 2 = ... Aquí comenzó a rascarse la cabeza y no pudo escribir la respuesta.
9 x 3 = ... Idem.
9 x 4 = ... Idem.
.................
9 x 8 = ... Idem.
9 x 9 = ... Idem.
Llegado este punto quiso contar las respuestas falladas, y así fue poniendo al lado de lo escrito, las respuestas falladas:
9 x 1 = 9
9 x 2 = 1
9 x 3 = 2
9 x 4 = 3
9 x 5 = 4
9 x 6 = 5
9 x 7 = 6
9 x 8 = 7
9 x 9 = 8
Tan desmoralizado quedó, que se dijo: «No puede ser, he debido de contar mal. Voy a repetir la cuenta». Y la comenzó por abajo esta vez. Con lo que escribió:
9 x 1 = 9
9 x 2 = 18
9 x 3 = 27
9 x 4 = 36
9 x 5 = 45
9 x 6 = 54
9 x 7 = 63
9 x 8 = 72
9 x 9 = 81
Ya totalmente desilusionado, al ver que había contado bien los ocho fallos habidos, tachó rabiosamente el segundo problema al tiempo que decidía renunciar al empleo. Así, quedó su hoja de examen:
Comentario de su padre, al enterarse de lo ocurrido en el examen: Si en la hoja del examen le ponen una tercera pregunta pidiéndole los cuatro puntos cardinales, también hubiera conseguido el empleo.
Un amigo: ¿Por qué lo sabes? ¿Acaso tenía enchufe?
No, pero hubiera contestado "NO SE".
Muy buena aportación Víctor, a veces es necesario encontrar una forma para relajar a nuestros alumnos, a veces toca que entramos al aula y pasaron por un examen o algo y están estrenados, y estos ejercicios les ayudan a relajarse
ResponderEliminarMuy buena aportación Víctor, a veces es necesario encontrar una forma para relajar a nuestros alumnos, a veces toca que entramos al aula y pasaron por un examen o algo y están estrenados, y estos ejercicios les ayudan a relajarse
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