El escultor mexicano Juan Luis Díaz trabaja sobre cubos a partir de patrones numéricos, explica paso a paso la obtención de estas estructuras en el interior del cubo, con referencias históricas y aún cabalísticas:
* Parte de la tabla de multiplicar clásica, un cuadro de doble entrada con 9x9 = 81 casillas.
* Transforma cada número en su "resto a 9" que, según descubriera Avicena, se obtiene mediante la suma de sus cifras reiterada hasta obtener un resultado entre 0 y 8. Entonces descarta la fila y columna novenas, que están llenas de ceros por corresponder a múltiplos de 9. Le queda un cuadro de 8x8 = 64 casillas.
* Sobre la nueva tabla dibuja figuras y encuentra simetrías uniendo las diversas apariciones de un mismo número (isonúmeros) o secuencias de varios números (familias).
* Después lleva la idea anterior al espacio tridimensional. Para ello, empieza por construir una tabla de multiplicar de triple entrada, que se plasmaría en un cubo con 9x9x9 = 729 celdas.
* La transformación del número de cada celda en su "resto a 9" y posterior eliminación de las celdas periféricas llenas de ceros, deja el cubo reducido a 8x8x8 = 512 celdas.
* Sobre el nuevo cubo vuelve a trazar figuras y encontrar simetrías uniendo números coincidentes o secuenciados (isonúmeros y familias). Sus esculturas son la materialización de las estructuras numéricas halladas por ese método, siempre con base en el cubo.
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