¿Alguna vez te has parado a pensar todas las veces que tienes que calcular, medir, estimar o comparar cosas cuando estás en la cocina? Anímate y convierte la cocina en un laboratorio de juegos para los niños y adolescentes...
Hay muchas formas de aprovechar las cosas de la vida cotidiana para aprender matemáticas y si además usas cosas y experiencias reales, lograrás activar todos los sentidos del niño grabando mejor la lección en el cerebro.
En este artículo te presentamos varias actividades para aprender matemáticas elementales en la cocina con los más peques, que podrás graduar dependiendo de su nivel y edad. Anímale y pasad un buen rato.
El sándwich o empanada matemática
Preparar un sándwich introduce al niño en el mundo de las formas y las primeras fracciones, por ejemplo al cortar el pan en dos o tres rectángulos, en dos o cuatro triángulos o en cuatro cuadrados.
Si todavía es muy pequeño y no sabe las formas, deberás enseñárselo antes, pero ya verás que pronto lo aprende y lo hace él sólo. Este ejercicio también es muy bueno para aprender la relación que existe entre las partes y el todo y supone una magnífica iniciación a las fracciones.
Una variante de este juego sería partir con formas una masa de hojaldre para luego rellenarla.
Las galletas de Pitágoras
Prepara una masa de galletas y córtalas en diferentes formas con los cortapastas incluidos en la Manopla y Set de piezas para cocinar que puedes encontrar en la tienda de educaKids.com.
Échale por encima frutos secos, chips de chocolate o frutillas, con una cantidad diferente en cada galleta y un signo de una operación matemática, para hacer cálculos antes de comerla.
Los pececitos
Los snacks salados con forma de pececitos son ideales para aprender a sumar, restar o multiplicar.
Dile al niño que imagine que su mano o su plato es un gran lago. A partir de ahí, pídele que ponga una cantidad de pececitos y pesque varios, ¿Cuántos quedan?, multiplícalo por unos cuantos, pon todos los que faltan, luego réstale otra cantidad. Lo pasará muy bien, pescando, sacando y comiendo algún que otro pececito.
Las magdalenas de Copérnico
Prácticamente todo lo que se cocina hay que medirlo antes. Al medir los niños comparan y hacen cálculos y aprenden la relación entre las partes y el todo.
Cuando se hace una mezcla se puede utilizar otra forma de medir con las cucharas para comprobar cuántas pequeñas caben en una grande o sumar el total de vasitos medidores utilizados en una receta. Las mediciones son habilidades esenciales que ayudan al niño a desarrollar las habilidades matemáticas más complejas como la geometría y el álgebra que aprenderá en el colegio.
Macedonia de colores todo en dos
Esta receta aparte de estar riquísima tiene muchas vitaminas para comer como postre o merienda. Con ella puedes enseñar a los niños a contar, hacer parejas, aprender el concepto de "más o menos que..." o reforzar los pares.
Para ello hay que coger dos frutas de varios colores: amarillo (piña, plátano o kiwi amarillo), verde (kiwi, manzana verde, o uvas), naranja (melocotón, mandarina, mango o naranjas) o rojo (cerezas, fresas y sandía). Pártelas en trocitos de ración.
El ejercicio consiste en contar dos o cuatro de cada y comparar los trozos partidos en cada fruta. Y entonces preguntar: Cada combinación de dos, ¿cuántas veces es más grande o pequeña que otra?
Echa todos los trozos en un bol y ponles una mezcla de 2 cucharadas de miel o azúcar y 2 cucharadas de zumo de limón o naranja. Puedes añadir a la preparación dos cucharaditas de coco rallado y remover para que se mezcle todo bien. Antes de servirlo, déjalo reposar unos minutos, para que tome el sabor. Esta macedonia puede tener la variante de ensartar las piezas en una brocheta.
Poner la mesa
No te olvides de apreciar la ayuda del niño en cosas como poner la mesa o ser tu ayudante en la cocina. Al poner la mesa los niños practican el cálculo básico. Las operaciones se pueden hacer con las servilletas, vasos, cubiertos, o las fracciones al cortar el pan.
Pinche de cocina
Cuando tengas que hacer la comida o la cena pero los niños no vayan a colaborar activamente, sí pueden echarte una mano al sacar las cosas del frigorífico, de la despensa o de los envases. Y también te pueden ayudar a completar la lista de la compra calculando las cantidades de los alimentos que harán falta o las proporciones de ingredientes que necesitas comprar.
Tu cocina está llena de un fin de formas divertidas para que los niños aprendan los números o las lecciones básicas de medición y cálculo. Esperamos que además de pasar un rato agradable el tiempo en la cocina les sirva para aprender e interesarse por la cocina y que las matemáticas sean para ellos más amigables. ¡No te sorprendas cuando veas que sus inicios en las matemáticas son buenos, al fin y al cabo han tenido una buena iniciación en casa!
muy buena e interesante tu entrada Magdita. saludoss!!!!
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